El Oeste americano, los cowboys, los buscadores de oro, los colonos… incluso para los que nunga hayan viajado a USA son paisajes y ciudades conocidas gracias a las películas. Desde la independencia en 1789, el avance contínuo hacia las tierras vírgenes del Oeste había propiciado la expansión en Norteamérica. En 1840 la frontera occidental había avanzado hasta el Mississippi. Durante 30 años, colonos, granjeros, buscadores de oro, negociantes, soñadores, buscavidas…se adentraron en rutas desconocidas más allá del Mississippi, atravesando las grandes praderas hasta las Montañas Rocosas y la costa del Pacífico. Antes de que el primer ferrocarril transcontinental fuese finalizado, los colonos tenían que viajar durante 6 meses en carromatos tirados por bueyes. Los cinco a seis meses de viaje abarcaban más de la mitad del continente y las caravanas, partiendo de Missouri, cruzaban las tierras de lo que que más tarde serán cinco estados de los EE.UU.: Kansas (1861), Nebraska (1867), Wyoming (1890), Idaho (1890) y Oregón (1859). Además, algunas de los ramales de esta ruta se convirtieron en las principales arterias que alimentaron de colonos otros seis estados: Colorado, Utah, Nevada, California, Washington y Montana. El viaje estaba lleno de amenazas: los indígenas, las enfermedades (el cólera era la más temida), el hambre, la sed..
Para una famillia media el viaje resultaba caro: alrededor de unos 1000 dólares más unos 400 dólares para el carromato. Los que tenían caballos los montaban todo el camino, pero muchos iban caminando. La media era de unos 16km al día. Solían salir en primavera para poder llegar a las Montañas Rocosas y cruzarlas antes de las nieves.
La fiebre del oro de California fue un fenómeno social ocurrido en Estados Unidos entre 1848 y 1855; caracterizado por la gran cantidad de inmigrantes que llegaron a las cercanías de San Francisco (California) en busca de dicho metal. Este fenómeno comenzó cerca del pueblo de Coloma, cuando se descubrió oro en Sutter’s Mill.
Las rutas principales eran la Senda de Oregón, la Ruta de California y la Ruta de los Mormones.
La Senda de Oregón se dirigía al noroeste hacia los que ahora son los estados de Oregón y Washington. Los primeros en usar la ruta fueron, hacia 1820, los comerciantes de pieles, seguidos luego por misioneros, expediciones militares y algunos grupos civiles a partir de la década de 1830. Con la aparición de la doctrina del Destino Manifiesto, la ruta sirvió para impulsar la colonización y alcanzar el océano Pacífico. A partir de 1843, caravanas organizadas con cientos de colonos comenzaron a recorrerla, llegando a su clímax con el descubrimiento de oro en California en 1848.
La Ruta de California se dirigía hacia el sudoeste hasta el corazón de California. Unos 1.600 km del trazado de la ruta por la Gran Cuenca aún se conservan y han sido declarados como «Ruta Histórica Nacional de California» (California National Historical Trail), como evidencia histórica de la gran migración en masa hacia el Oeste.
La Ruta de los Mormones: de 2092km, fue la ruta que los misioneros de la Iglesia Santos de los Últimos Días, realizaron desde 1846 a 1868. La ruta va desde Nauvoo, Illionois hasta Salt Lake City, Utah.
Las 3 rutas son conocidas como las Rutas de los Emigrantes en Estados Unidos.
Todas las rutas se iniciaban en Missouri. El camino era de 3220 Km era fatigoso, interminable y de avance lento. En 1869 con el primer ferrocarril transcontinental —construido por las compañías Union Pacific y Pacific Central— el uso de la ruta por los viajeros decayó rápidamente . Se utilizaba para llevar grandes manadas de ganado. En 1883 el Ferrocarril del Pacífico Norte (Northern Pacific Railway) llegó a la ciudad de Portland, y con él desaparecieron definitivamente las razones para seguir la ruta.